La dirección del Boccatti es de las que se han ido transmitiendo de boca en boca. No es fácil de entender, si no, qué hace un restaurante como este en una ciudad de tierra firme. La vocación que lo caracteriza es eminentemente marinera, como lo dejaba patente el subtítulo "marisquería" que ha exteriorizado durante años. Como tal lo ha conocido la gente del país y esto sigue siendo... entre otras cosas. El pescado es el fuerte aunque hace extensiva a los otros productos que trata la filosofía aplicada a la selección del producto: máxima calidad.

Es un restaurante de patrón, con Josep Girabent ejerciendo de cocinero y atendiendo a la clientela y M. Isabel Garcia (Mari para los habituales de la casa) haciendo el oficio a su lado, en los fogones, y contagiando alegría. La elección del producto sustenta el concepto de cocina que desde sus inicios mantiene en José. El local está junto al mercado. Él hace la compra, la de las primeras setas o de las habas tiernas, y conoce el momento del año en que hacen aparición los pulpitos, las sepias o los chipirones -que sirven limpios. El pescado es salvaje y prioritariamente de la costa catalana: pescado de roca cuando toca -sin espina-, cigalas, escórporas,  gallos de San Pedro y del Cantábrico: percebes y ostras.

Josep practica  la cocina en el momento, que es la muestra del escaparate donde diariamente exhibe el género que ha comprado, por ejemplo; un lubina, unas gambas o unas setas.  Un género lozano, fresco  y atractivo a la vez. Completa la rúbrica profesional aquel servicio de aires clásicos e impecables del que todavía es capaz de deshacer, pulcramente y delicada, el pescado en la mesa. En un establecimiento como este, los platos también adquieren marca. Así lo es, de carne y inmortalizado, su bistec tártaro -que tenga la grasa que debe tener...

El comedor es de talla pequeña y trato personalizado. El Boccatti es un restaurante a medida, una casa donde parece que los años no pasen, fieles a una manera de hacer que les es propia y personal, que los identifica, los honra y no confunde a nadie.